domingo, 6 de noviembre de 2016
Prácticamente todas las ciencias humanistas han estudiado qué es lo que nos hace felices y lo que no, y las respuestas han sido tan diversas que terminaron por reunirse los científicos más importantes de cada rama y verificar sus coincidencias.
Concluyeron que existen por lo menos 10 actitudes a nivel mundial que contribuyen a nuestra felicidad basándose en observaciones más sólidas, dejando en claro que existen aún más, pero estas son las más comunes.
Sólo 7 minutos serán suficientes. La sensación de bienestar y liberación que produce el ejercicio ayuda a combatir la depresión. En el libro de Shawn Anchor, The Happiness Advantage, se describe un estudio realizado a tres grupos de pacientes deprimidos: medicados, deportistas y una combinación de ambos. En los seis meses posteriores al tratamiento, el 38% de los medicados recayó, 31% de los que practicaban ejercicio y sólo el 9% de los que tenían una combinación.
El descanso es importante para tener una menor susceptibilidad a las emociones negativas. Así lo avala Po Bronson y Ashley Merryman en NurturesShock. Explican que los estímulos negativos se procesan en la amígdala y los positivos y neutrales en el hipocampo; la falta de sueño afecta intensamente al último, por lo que las personas que duermen mal tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los eventos negativos y olvidar los positivos.
Ésta es una de las situaciones de las que más se arrepienten las personas antes de morir. Aunque suene típico, Daniel Gilbert, psicóloga en Harvard, explica que interactuar con aquellos que nos aprecian y apreciamos revierte positivamente en el ánimo.
En el estudio de Anchor se reveló que el pasar 20 minutos en la calle un día con buen clima no sólo da lugar al buen humor, sino que te lleva a la reflexión y mejora la memoria”. Tu cuerpo necesita que le des aire fresco.
Ya lo decíamos en el tercer punto: 100 horas al año bastarán. El número clave se encuentra en dedicar dos horas a la semana a los otros. La felicidad reside más en el dar que en el tener o en mejorar el status social y laboral.
No se trata de fingir. Sonreír te hace sentir mejor. Es importante que sea producto de cultivar pensamientos positivos; un estudio de la Universidad de Michigan así lo afirma. Por ejemplo: las personas que trabajan de cara al público sonríen falsamente a lo largo del día y su estado de ánimo empeora. Sin embargo, aquellos que sonríen por pensar en cosas positivas son más alegres y su ánimo siempre es estable.
Aunque no lo hagas, organizarlo produce bienestar, según un estudio denominado Applied Research inQuality Lifemostraba; la mayor cantidad de felicidad se experimenta durante la planificación más que en las mismas vacaciones, elevando un 27 % los niveles de endorfinas.
El Hospital General de Massachusetts escaneó el cerebro de 16 personas antes y después de que participaran en un curso de meditación que duró 8 semanas, concluyeron que las partes asociadas en el cerebro con la compasión y la consciencia propia habían crecido, mientras que las partes con el estrés se reducían. Esta práctica suele relajarnos y clarificar nuestra mente, lo que contribuye a la felicidad.
Nunca nos acostumbramos al esfuerzo diario de ir al trabajo. El hacerlo dos veces al día, durante por lo menos 5 días a la semana, provoca incomodidad, lo que lleva a ser menos feliz. Así lo afirmaThe art of mainliness de Gilbert.
Valora en justa medida lo que tienes. Es importante ser conscientes de lo que se tiene y agradecer para disfrutar de nuestra felicidad. Haz una lista de cosas por las que estás agradecido y ese simple hecho mejorará tu estado de ánimo.
Intenta llevar a cabo cada una de estas formas, y poco a poco notarás la diferencia de tu estilo de vida, salud y bienestar. Además de que a nivel espiritual te sentirás más abierto a las cosas positivas que te muestra la vida día a día.
