lunes, 5 de diciembre de 2016
Dijo Aristóteles: la naturaleza es maravillosa, y tenía razón. Prueba de ello son estos 15 árboles a los que solo nos queda admirar.
Originario del sur de África, pierde sus hojas en invierno, pero se renueva en la primavera. Llega a medir 10 metros de longitud y se reproduce por semillas.
Es una especie originaria de América. Su fruto luce como una bala de cañón, de ahí su nombre popular. Crece hasta 30 metros. Sus hermosas flores solo brotan en el tronco central. Su fruto tiene un olor desagradable, por eso también se le conoce como coco hediondo. Es considerado un árbol sagrado por los hindúes.
Es un árbol grueso que puede medir 40 metros de altura, la copa es cónica en sus primeros años y ovoidea en su madurez. Crece en los terrenos pantanosos.
Es el árbol más viejo del mundo que sigue con vida. Se trata de un pino bristlecone apodado Matusalén y que tiene, ¡4,765 años de edad! Cuando levantaron las pirámides de Egipto este árbol, ¡ya tenía 100 años!
Es un arbusto que pierde sus vibrantes hojas rojas en invierno y deja visibles solo sus ramas grises. Brota de nuevo en primavera con hojas verdes, que cambian nuevamente a rojo en el otoño.
Son bosques pantanosos que viven donde se mezcla el agua dulce de río con el agua salada de mar. En estos sitios viven árboles que muestran sus raíces llamados manglares. Son asombrosos porque pueden adaptarse a distintos grados de salinidad y vivir con gran parte de sus raíces bajo el agua.
Es un árbol cuyas ramas cuelgan, lo que le da una apariencia de decaída. Tiene origen en el continente asiático. Su altura puede alcanzar los 25 metros. Un árbol de esta clase tarda hasta 4 años en florecer.
Es originaria de América del Sur. Puede vivir cerca de 2,000 años, y mide hasta 60 metros de altura. Los ejemplares adultos carecen de ramas en gran parte de su extensión.
