sábado, 21 de enero de 2017
Casi todo el mundo besa, ha besado o planea besar a alguien algún día. Si no te ha pasado, sueñas con ese primer momento mágico cuando tus labios rosen con los de esa otra persona que tanto quieres; y si ya te pasó te apuesto a que no olvidas aquél primer beso y todo lo recuerdas: en qué grado estabas, dónde fue, con quién, a qué hora y a quién fue el primero que se lo contaste.
En la Universidad de Bluter, John Bohannon pidió a 500 personas que recordarán experiencias importantes de su vida incluyendo su primer beso y cuando perdieron su virginidad. El primer beso fue el recuerdo más detallado.
El intercambio de saliva es una sensación extraña al besar; entonces ¿por qué es tan popular? La hipótesis más acertada es que el beso es una forma en que los seres humanos intercambian información biológica acerca de si nuestra pareja será un compañero de calidad.
Estudios han demostrado que además de ser extremadamente placentero, besar es saludable, ya que el 20 por ciento de nuestras bacterias varía con las de los demás, lo que significa que cada beso ayuda a estimular nuestro sistema inmunológico. Además, los besos pueden ayudar a mantener los dientes limpios debido a que la saliva adicional producida cuando besas elimina bacterias peligrosas.
Aunque suene loco y anticuado, aún existen muchos países donde es ilegal el cariño en público. En México Manuel Berumen, profesor de una Universidad, fue detenido por besar en público a su esposa. En 2010, en Arabia Saudita, un hombre fue detenido por abrazar y besar a su mujer, y al ser encontrado culpable fue condenado a 90 latigazos y cuatro meses en prisión. Antropólogos han descubierto culturas de Asia, África y América del Sur donde no se pueden besar en lo absoluto; incluso hay culturas donde sí está permitido besar pero los individuos se niegan a hacerlo en público.
Todo el mundo le teme a su primer beso, pero al experimentar más besos los nervios de la primera vez desaparecen con el tiempo. Sin embargo hay un temor más grave que se llama philemaphobia que, como la mayoría de las fobias, puede no desaparecer con el tiempo. Alguna personas tienden a desarrollar philemaphobia por diferentes razones, y una de ellas puede ser el temor a los gérmenes y al contacto labio con labio.
Es más probable que la gente incline su cabeza hacia la derecha cuando se besa en vez de a la izquierda. El investigador alemán Onur Gunturkun descubrió esto después de espiar a 224 parejas besándose en lugares públicos en los Estados Unidos, Alemania y Turquía.
Acualmente el record del mundo por el beso más largo pertenece a Ekkachai y Laksana Tiranarat, de Tailandia. Ellos se besaron durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos en el evento Ripley Believe It Or Not.
A pesar de que un beso implica ante todo el orbicular de los labios (músculo alrededor de la boca que frunce los labios), un total de 146 músculos están involucrados, incluyendo 34 músculos faciales y 112 músculos posturales. Con un beso de un minuto, se queman alrededor de 26 calorías.
En 1990, un equipo de la Universidad de Princeton descubrió que algunas neuronas en la corteza promotora del cerebro son importantes para la sensación táctil y la conciencia visual de la zona alrededor de la cara. Ésta puede ser una posible explicación del porqué encontramos los labios de nuestra pareja después de que las luces se apagan.
La idea de que las relaciones exitosas requieren de una gran cantidad de química no es tan cursi después de todo. Estudios han demostrado que un beso libera una sustancia química llamada dopamina; este potente hormonal afecta las mismas áreas del cerebro que afectaría la cocaína, y puede causar sentimientos extremadamente potentes de ansias y deseo. Esto hace que tu corazón lata más rápido y tu respiración se vuelva profunda e irregular.
La oxitocina (“hormona del amor”) está involucrada en el desarrollo de sentimientos de apego. Se cree que esto es lo que mantiene vivo el amor en una relación después de que la luna de miel se ha terminado.
