jueves, 27 de octubre de 2016
Cuando se trata de relaciones interpersonales, no hay reglas determinadas. Lo que puede funcionar con algunas personas, con otras quizá no sea tanto. Lo que es cierto es que salir con alguien por primera vez puede ser muy estresante, y muy probablemente de esa famosa primera cita pueda derivarse una segunda o el cortón total.
A continuación te presentamos 14 citas que terminaron realmente mal, que califican como algunas de las peores citas. ¿Cuál ha sido tu peor cita?
“Era una fiesta en Nuevo México, con un calor horrible. Sudé tanto que la parte de atrás de mi vestido de seda se volvió transparente. Si me paraba todos verían mi ropa interior, así que me quedé sentada. Pero el chico con el que salí quería bailar, se la pasó preguntándome si bailaba con él y tuve que decirle que no”.
“Se la pasó mandando mensajes en su celular el 80% de la cena, y el resto se la pasó hablando de sus viajes de compras a Europa”.
“Decidimos ir a un bar, así que la música estaba muy fuerte y teníamos que hablar cerca para poder escuchar. Su aliento era asqueroso; parecía que algo había muerto ahí adentro hace meses. Tuve que soportar ese martirio por 2 horas”.
Primeros 30 minutos de la cita: Fue violada, detalles de cómo su papá murió, su ex esposo la abandonó, era adicta a la cocaína. #LaPeorCitaDeLaHistoria”.
“Mi cita estaba quejándose de mí en Facebook mientras yo estaba en la mesa. Lo supe porque accidentalmente me etiquetó en la publicación”.
Íbamos en camino a la cena cuando me hizo reír tanto que dije: ‘Te amo’, y después de un momento incómodo terminé la frase con un: ‘… como un hermano'”.
“En medio de la cita me dijo que tenía un aparato electrónico en su tobillo y tenía que regresar a su casa a las 10 pm”.
Cuando se trata de relaciones interpersonales, no hay reglas determinadas. Lo que puede funcionar con algunas personas, con otras quizá no sea tanto. Lo que es cierto es que salir con alguien por primera vez puede ser muy estresante, y muy probablemente de esa famosa primera cita pueda derivarse una segunda o el cortón total.
“Era una fiesta en Nuevo México, con un calor horrible. Sudé tanto que la parte de atrás de mi vestido de seda se volvió transparente. Si me paraba todos verían mi ropa interior, así que me quedé sentada. Pero el chico con el que salí quería bailar, se la pasó preguntándome si bailaba con él y tuve que decirle que no”.
